En los últimos 25 años, el jardín de Can Negrell se ha convertido en un exuberante y apacible oasis. Cuidadosamente ajardinado y mantenido con esmero, ahora presenta una gran variedad de árboles singulares, plantas exóticas y llamativos cactus que reflejan tanto el encanto mediterráneo como la curiosidad botánica.

Cada rincón del jardín ofrece su propia atmósfera, ya sea la sombra de un viejo olivo, las dramáticas formas de los altos agaves o la calma de un pequeño sendero de piedra que serpentea entre hierbas aromáticas. La diversa vida vegetal atrae a pájaros, mariposas y algún que otro visitante curioso que busca un lugar tranquilo para reflexionar o disfrutar de un libro al sol.

El jardín de Can Negrell no sólo es hermoso, sino también un testimonio del tiempo, la paciencia y un profundo aprecio por la naturaleza.